En los coches antiguos, bastaba con un poco de agua del grifo, pero hoy en día se necesita líquido refrigerante para coches para que el motor funcione sin problemas. Y en realidad el término es algo reductor, ya que este líquido en concreto no solo cumple la función de refrigerar el motor, es decir, evitar que la temperatura supere los 100 grados centígrados, sino que también debe impedir que el punto de congelación supere los -20 grados. Funciones que el agua normal ya no puede realizar en los motores de nueva generación.
Importancia del líquido refrigerante
Es absolutamente impensable intentar introducir agua en el motor, incluso en caso de emergencia. Las consecuencias podrían ser muy graves y los daños irreparables. El nivel de refrigerante no solo se puede verificar desde el compartimento del motor del coche, sino que, cuando se producen condiciones críticas, siempre habrá una luz de advertencia que indique que ha llegado el momento de intervenir. Hoy en nuestro Blog te contamos todo lo que necesitas saber sobre el líquido refrigerante, algo que seguramente te vendrá muy bien para este verano.
¿Qué refrigerante elegir?
En realidad, rellenar o sustituir el líquido refrigerante de un coche es una operación bastante sencilla. Sin embargo, es bueno saber que no existe un único tipo de líquido, por lo que es mejor intentar averiguar cuál es el más adecuado para tu coche. Los costes también pueden variar y el ahorro no siempre es una buena indicación para elegir el mejor producto. Empecemos con la definición por colores. El líquido refrigerante puede ser:
- Azul
- Verde esmeralda
- Amarillo
- Naranja
Su coste puede variar de 7 a 15 euros según el tipo.
¿En qué consiste cada tipo?
En el caso del líquido refrigerante que va del azul al verde esmeralda, como gradaciones de color, se trata de un producto que tiene un valor de pH básico y está especialmente indicado para motores antiguos. Cuesta entre 7 y 10 euros y su bajo precio depende de sus componentes químicos. Tiene una base de glicol y lleva aditivos inorgánicos.
El líquido de color amarillo se utiliza principalmente para motores más nuevos, pero no de última generación, que son más propensos a la corrosión orgánica. Por este motivo, su composición cuenta con aditivos elaborados a partir de una mezcla antiespumante y anticavitación. No tiene un coste elevado: por término medio se pueden gastar 10 euros por una botella.
La última clase de refrigerante tiene un color que va del naranja al rojo y es el último producto químico para motores de alto rendimiento, especialmente los diésel. Desde luego, cuesta más que otros productos. Por un litro de refrigerante naranja puede gastarse hasta 15 euros, pero el rendimiento es óptimo.
¿Cómo funciona el refrigerante?
Para saber cuál es el mejor refrigerante para su coche, es necesario comprender cómo afecta este producto al rendimiento y funcionamiento del motor. Un mal funcionamiento del sistema de refrigeración puede causar graves daños al motor, a veces irreparables. La tarea de este aditivo es esencialmente controlar la temperatura y evitar el sobrecalentamiento o la congelación, pero también la corrosión. En cuanto al calentamiento del motor, se consigue de dos maneras: por la combustión del carburante o por fricción interna.
La temperatura puede alcanzar fácilmente los 100°, sobre todo si el trabajo del motor se combina con una temperatura exterior elevada, lo que facilita la fricción interna de las piezas metálicas. Y un motor se compone esencialmente de piezas metálicas que también son buenas conductoras. El movimiento de estas piezas crea fricción, aunque haya un muy buen nivel de lubricación.
Cualquier motor está diseñado para funcionar a altas temperaturas porque el calor es necesario para el mejor funcionamiento de las piezas mecánicas móviles. Un sistema de temperatura bien calibrado garantiza una transmisión de potencia adecuada y evita el desgaste anormal de las piezas del motor. La temperatura no debe superar ni descender por debajo de un determinado nivel y aquí es donde entra en juego el sistema de refrigeración.
Cada motor está equipado con una bomba de agua para el paso constante de líquido refrigerante por los conductos del motor. De este modo, el líquido garantiza que el calor que entra en el motor se libere a través del radiador delantero.
En definitiva, lo más adecuado es que vengas a vernos a Cerá Motors para realizar el cambio de líquido refrigerante si no sabes cómo hacerlo o no sabes cuál es el tuyo. Debes prestar atención a los indicadores del vehículo para pedir cita antes de que sea demasiado tarde.
Mantener el sistema de refrigeración en buen estado es vital para garantizar el funcionamiento óptimo del motor y evitar costosas reparaciones. Recuerda elegir el líquido refrigerante adecuado para tu coche y seguir las recomendaciones del fabricante para mantener tu motor en condiciones óptimas.